Definitivamente una de las tareas más difíciles es la de motivar a los estudiantes a querer aprender por ellos mismos. Siguen la tendencia que un examen con el libro abierto significa que van a encontrar las respuestas en el libro, y más aún, que las mismas saltarán a sus ojos.
Es imperativo un trabajo en conjunto donde todos los docentes cambien no solo la metodología pero también la forma de evaluar. Debemos cambiar los exámenes tradicionales que solo miden la capacidad de memorizar de los estudiantes por pruebas que realmente evalúen conocimientos adquiridos mediante su aplicación práctica y no solo a través de la repetición de la teoría.
El sistema definitivamente funciona. Es necesario seguir trabajando para convencer a los estudiantes que el aprendizaje priva sobre la enseñanza. Ellos son el centro de la educación y como tal tienen que asumir su papel activo en la misma.
Pronto estaré publicando las estadísticas de la última prueba.
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